No muy lejos de la Finca Las Nuevas se encuentra la Cueva de Ardales donde podrás admirar las pinturas rupestres más antiguas del mundo. Y hay algo más detrás de estas pinturas. ¡Estas pinturas rupestres han contribuido a un nuevo descubrimiento arqueológico!
Antes del 2018, se pensaba que el homo sapiens fue el primero en decorar las paredes de la cueva. Sin embargo, los resultados de los últimos análisis revelan que fueron los neanderthales los creadores de estas pinturas rupestres. Por tanto, si visitas esta cueva vivirás una experiencia única.
La historia de las pinturas rupestres
La cueva de piedra caliza se encuentra a 565 metros sobre el nivel del mar y fue descubierta en 1821, cuando un terremoto abrió la entrada sellada desde hacía 3500 años. La cueva, dividida en cinco áreas, se abrió al turismo nacional en 1823.
Sin embargo, este sitio no adquiriría verdaderamente relevancia hasta 1918, cuando un famoso prehistoriador francés realizó un estudio del arte rupestre de la Cueva de Ardales. En su primera descripción, mencionó veinte figuras de animales en diez sitios diferentes. Actualmente, se conocen 1010 representaciones pictóricas de 252 lugares diferentes de la cueva (98 representaciones de animales, 10 figuras humanas y 9 huellas de manos).
Además de las representaciones pictóricas, se han encontrado también numerosos hallazgos de utensilios relacionados con el uso humano, por ejemplo, herramientas de piedra y hueso, que pudieron ser utilizadas para grabar algunas de las figuras. Algunas de ellas fueron encontradas precisamente cerca de las pinturas rupestres.
La cueva se encuentra a poca distancia en coche del centro de la localidad de Ardales. Es un camino bastante empinado hacia arriba y no todo está asfaltado. La cueva tiene una temperatura constante de aproximadamente 15 grados durante todo el año. Así que no te olvides de llevar un jersey, aunque sea verano, pues en el interior suele hacer fresco.
Lo bueno de esta cueva es que todavía parece una gruta auténtica. No hay caminos pavimentados a través de ella, ni espectáculos de luz con lámparas de colores. A veces incluso se pasa literalmente por encima de las pinturas rupestres. El acceso a la cueva se hace a través de una escalera bastante empinada. se pone zapatos resistentes.