Los típicos pueblos blancos andaluces

En el interior de Andalucía se encuentran muchos pueblos pintorescos enclavados en una montaña. Algunos ejemplos son: Álora, Cártama, Mijas Pueblo y Frigiliana. En los pueblos se celebran regularmente ferias y fiestas singulares que dan idea del carácter alegre y extrovertido de las gentes de Andalucía.

Álora 

En nuestra opinión, es el pueblo más auténtico. Esta localidad malagueña está situada entre tres grandes cerros y en la cima de uno de ellos. Concretamente en el Cerro de las Torres, se encuentra el Castillo de Álora.

Desde su mirador se divisa la villa de casas blancas y calles estrechas, algunas empinadas y con escaleras. La vida del pueblo confluye en la plaza principal donde hay varios restaurantes, cafés y terrazas.

Especialmente animadas son las mañanas de entre semana donde se escucha por doquier el habla fuerte de los españoles. Este es también el mejor momento para visitar el pueblo.

La hora de la siesta sigue siendo sagrada para muchos de sus habitantes. Así que después de las dos de la tarde y antes de la seis tendrás todas las calles para ti, porque todo el mundo está en sus casas y las tiendas están cerradas.

Cártama

Cártama es otro de los pueblos blancos del interior de la provincia de Málaga. Tiene un centro histórico relativamente pequeño. Desde este centro antiguo parte un precioso camino que conduce a la parte alta de una colina. En su cumbre se alza una pequeña ermita blanca.

Y un poco más arriba, el castillo de Cártama, antigua fortaleza árabe de la que se conservan tan solo sus murallones.

Desde el castillo, tendrás una vista panorámica única del valle de Guadalhorce. También puedes aprovechar tu visita para dar un hermoso paseo por los alrededores.

Mijas Pueblo

Este pueblo está formado por diferentes núcleos urbanos, el de la costa es donde se hallan los modernos edificios altos de Mijas. Pero si subes a la montaña, te encontrarás con un hermoso pueblo blanco llamado Mijas Pueblo.

Este es un pueblo muy turístico con un montón de tiendas de recuerdos. Para unos una locura, para otros un lugar muy acogedor.

El pueblo es bonito y resulta agradable perderse por sus callejuelas estrechas delimitadas por casas blancas decoradas con macetas azules repletas de flores.

La plaza principal es frecuentada por muchos turistas, por lo que no falta animación en cada uno de sus rincones.

La hora de la siesta ni se nota, todo sigue su curso normal.

Nuestro consejo

Nos gusta pasear por las montañas que bordean Mijas, especialmente bajo el cálido sol del invierno, otoño o primavera, contemplando Mijas y el mar, e incluso, en los días despejados, el norte de África.

Después de una hora y media, llegamos al pueblo. A menudo comemos un helado o tomamos un rico café en la cafetería Mijas Monkey. Donde los niños siempre son animados a participar en un taller de fabricación de barras de chocolate.

Frigiliana

Este pueblo es también uno de los más visitados y está situado al norte de la localidad de Nerja. Es el típico pueblo blanco andaluz, pero mucho más pequeño que Mijas.

Un lugar perfecto para desconectar paseando sin ruidos, ni coches circulando alrededor y para disfrutar de unas inigualables vistas panorámicas al Mediterráneo.

La visita a este pueblo la puedes combinar con una escapadita a Nerja, un día de playa Maro o playa Cantajíran o un paseo por el río.

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